Trabajos en Residencias |Pintura de obras | Restauración de fachadas
Los edificios son estructuras que necesitan mantenimiento debido al paso de los años o al uso. El tipo de restauración depende de las necesidades del edificio y otras circunstancias, tales como el estado de conservación del edificio o el tipo de maquinaria necesaria.
Hay tres tipos de restauración principales:
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Limpieza : especialmente en la fachada del edificio. Habitualmente en los edificios de grandes ciudades son los que necesitan este trabajo debido a la polución procedente de las fábricas y vehículos.
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Reparación : consolidación de elementos deteriorados debido al paso del tiempo o al uso.
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Sustitución : Reconstrucción de elementos muy deteriorados que no permiten una reparación.
No todos los edificios al restaurarse siguen el mismo patrón del diseño original, es común en restauraciones completas en el casco histórico de las ciudades mantener solo la piel del edificio y sustituir por completo el interior.
Impermeabilización
Existen numerosos problemas en torno a la impermeabilización, y esto no se debe a la falta de productos efectivos, sino más bien, a la complejidad creciente de la construcción y una incapacidad para coordinar las superficies de contacto
entre la multitud de sistemas de construcción involucrados en un simple edificio. Controlando adecuadamente el agua subterránea, el agua de lluvia, y el agua superficial, se podrán prevenir daños y evitarán reparaciones innecesarias en las construcciones. De hecho, el agua es el elemento climático más destructivo del concreto, y la mampostería, así como de estructuras de piedra natural.
Las técnicas de impermeabilización preservan la integridad y la utilidad de una estructura a través de la comprensión de las fuerzas naturales y su efecto durante el ciclo de vida. La impermeabilización también involucra elegir los diseños y los materiales apropiados para contrarrestar los efectos dañinos de estas fuerzas naturales.
Tratamiento con anticorrosivos especiales
La corrosión en los metales se produce por el efecto de los agentes atmosféricos y otros existentes en su entorno.
Para combatir su deterioro y dependiendo del grado de corrosión apreciado, procedemos básicamente al saneado de las superficies con los métodos más adecuados, eliminando así cualquier impureza existente y procediendo a continuación a aplicar las diferentes capas de acabado previa imprimación inhibidora a la corrosión.
Una vez completada la aplicación los elementos metálicos quedarán dotados de un sistema con una larga protección y durabilidad.
Existen numerosos tipos de imprimaciones destinados a la paralización de la corrosión, al igual que distintos tipos de preparación de soporte del que hemos hablado en el apartado de chorro de arena.
En Salto Grande realizamos un tratamiento anticorrosivo especial: Granallado. Son impactos de cobre y acero de volumen esférico y piramidal que modifica el perfil.
Corrección de Estanqueidad
En la actualidad, existe una mirada cada vez más consciente de la importancia en la eficiencia energética, donde el consumo de energía de un edificio está definido por la relación entre su demanda y la eficiencia de los equipos y sistemas que están instalados en el edificio.
Una reducción en la demanda lleva aparejado un menor consumo de energía, esto se puede obtener actuando en diversos parámetros:
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Pérdidas o ganancias por transmisión: que vienen determinadas por la definición del propio diseño constructivo, y por los materiales utilizados (espesor y conductividad térmica).
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Ganancias por radiación (verano): a través de las zonas de cerramiento expuestas a la acción de la radiación solar.
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Pérdidas o ganancias por infiltración: determinadas por las características de hermeticidad de la envolvente arquitectónica de los edificios.
La posibilidad de realizar una disminución del consumo se hace adoptando medidas pasivas, interviniendo en la envolvente y en el proceso de diseño, a través de una actuación en:
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Aislamiento en fachadas y cubiertas que evitan fugas de calor durante el periodo de invierno, ahorrando en calefacción, o evitando entrada de calor en verano donde se disminuye el gasto energético en refrigeración.
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Elementos de la envolvente tales como puertas y ventanas, incluso con doble acristalamiento con disposición de cámara de aire en su interior.
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Utilización de protecciones solares de tipo persianas, toldos, voladizos, lamas horizontales y verticales, etc.
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Orientación óptima de huecos y fachadas.
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La corrección de estanqueidad en edificios asegura un menor consumo energético.
Patología del hormigón atacado por la corrosión
Hace unos años se consideraba al hormigón como un material inerte y prácticamente eterno, al transcurrir el tiempo y con el avance en los estudios del hormigón, hoy en día se conocen con más profundidad las patologías que presenta el hormigón en determinados entornos y se incide más en la necesidad de concienciar a todos los profesionales y constructores de la importancia de la calidad en la construcción.
PROCESO DE CARBONATACION
El hormigón endurecido tiene un alto pH. Este hecho se debe fundamentalmente a la presencia de hidróxido de calcio. Debido a la alta alcalinidad, las armaduras se encuentran rodeadas de una capa pasivadora que protege de la corrosión. La carbonatación del hormigón es un proceso químico de envejecimiento ambiental causado por la acción del dióxido de carbono CO2 y el agua, que transforma el hidróxido de calcio en carbonato cálcico. La carbonatación es un proceso beneficioso para los hormigones ya que la formación de carbonatos duros dentro de los capilares consiguen una mayor dureza del hormigón y cierran la red de poros abiertos reduciendo la permeabilidad. La profundidad de carbonatación no es solo función del tiempo sino también de la porosidad del hormigón. Al ir perdiendo el hormigón el hidróxido de calcio, se produce la bajada del pH con lo que la armadura deja de estar pasivada y comienza la corrosión del acero, siempre y cuando exista la aportación de oxigeno para garantizar la reacción redox. Para evitar la corrosión del acero, se deben ejecutar unos recubrimientos mínimos de hormigón alrededor de las barras de acero. Estos recubrimientos frenan la penetración frente a la carbonatación que al principio es muy rápida, pero que se va frenando conforme avanza. Para saber si un hormigón esta carbonatado se utiliza una solución de fenolftaleína, la cual cambia de color hacia violeta cuando el pH es superior a 9,5.
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Ataques por cloruros
A diferencia del proceso de carbonatación, la penetración de cloruros necesita humedades altas para que el hormigón esté saturado de agua. El problema fundamental de los cloruros es el ataque localizado de las armaduras, produciendo la corrosión de las mismas, al contrario que la carbonatación que ataca uniformemente. El mayor riesgo de corrosión se sitúa en las zonas de hormigón que cumplan las siguientes tres premisas: – Armadura en una zona de hormigón ya carbonatado. – Armaduras rodeadas de hormigón muy contaminado. – Zonas de humedad cambiante sin saturación permanente.
Corrosión del acero
Con la aparición de las primeras grietas o fi suras se crea un camino preferente a los agentes agresivos que aumentan su penetración llegando a capas de hormigón en estado pasivado. Esta entrada masiva de elementos contaminantes provocan la corrosión en la superficie del acero, incrementando su volumen dentro del hormigón produciendo fi – suras y grietas que acaban por destruir la superficie del hormigón con desprendimientos de amplias zonas debido a la gran expansividad del acero corroído.
SOLUCIONES
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Tratamiento de las armaduras
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Puentes de Unión
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Morteros de Reparación
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Revestimientos Protectores